Miguel Llobet (1878-1938)

Esta obra es de una leyenda medieval catalana (Cataluña, España) de la que se conserva tanto la letra como la música, que Miguel Llobet llevó a la guitarra. Se cree que data del siglo XIV, y que habla de un personaje real: la tercera hija del noble Ramón Berenguer III. Ella está en una cama, sufriendo, su madre conversa con ella. La hija deja sus voluntades en un testamento, y al final desvela un secreto inesperado. Esta trágica historia tiene la delicadeza de un fino cristal de hielo, y destaca por tener una de las melodías más hermosas de la literatura musical popular. 

He aquí la letra de éste relato:

Amelia está enferma,

la hija del buen rey,

siete médicos la visitan,

no saben cuál es su mal.

Condes van a verla,

damas y caballeros,

también sube su madre

acompañada de ellos.

-Hija, hija mía,

¿de qué mal os quejáis?

-El mal que yo tengo, madre,

bastante bien lo sabéis.

-Confesaos, hija mía, 

después comulgaréis.

Cuando hayáis sido comulgada,

el testamento haréis.

(Hija)

-Ay, mi corazón se hace un nudo

como un ramo de claveles.

Ay, mi corazón se hace un nudo

como un ramo de claveles.

(Hija)

-Tres castillos dejo a Carlos,

Don Carlos, mi hermano.

Tres más a mi hermana,

para cuando la caséis.

El último lo dejo a los pobres,

a los pobres y a los romaníes.

La cruz y los brazaletes,

a la Madre de Dios.

-Ay, mi corazón se hace un nudo

como un ramo de claveles.

Ay, mi corazón se hace un nudo

como un ramo de claveles.

Y cuando yazca, ya muerta,

quiero que me enterréis

frente a Santa María

con la lluvia y la nieve

Ay, mi corazón se hace un nudo

como un ramo de claveles.

(Madre)

-Hija, hija mía, 

¿a mí nada me dejaréis?

(Hija)

-Os dejaré, madre, 

más de lo que merecéis.

Venenos me habéis dado

que hacen arder mi corazón.

Que para haceros con mi hombre,

madre, matado me habéis.

Ay, mi corazón se hace un nudo

como un ramo de claveles.

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This is a piece from a medieval Catalan legend; we conserve both the lyrics and the music, the latter of which Miguel Llobet made into a guitar melody. It is believed to hail back to the 14th century, and talks about a real character: the third daughter of the nobleman Ramon Berenguer III. She is in bed, suffering, and her mother is talking to her. The daughter lays out her wishes in a will, and at the end reveals an unexpected secret. This tragic story has the fragility of a fine ice crystal, and stands out for having one of the sweetest melodies of popular music literature. 

Isaac Albéniz (1860-1909)

Sevilla es grandiosa. Por los callejones estrechos se escapa el embrujo de su brisa. Allí conocí al amor de mi vida, y la ciudad nos arropaba con sus alas de cisne. He vivido mucho tiempo allí, y su magia persevera, como perseveran sus tesoros y su profunda historia.

Sevilla es alegría, ¡pura vida!, frescor, agua limpia, belleza, amor. El perfume del jazmín en el día y el de la dama de noche cuando se va el sol.

Sevilla es una ciudad en la que no hay ningún lugar mágico que me deje sin un sentimiento que subyazca, aunque lo haya visto muchas veces, siempre me genera sentimientos profundos, incluso un pequeñito rincón, una fuente en un callejón, un patio lleno de plantas, un azulejo. 

Sevilla es la ciudad donde sus ojos se cruzaron con los míos, donde siempre me he sentido como en un hogar, donde puede detenerse el tiempo.

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Seville is grand. Its haunted breeze escapes through its narrow alleys. In Seville I met the love of my life, and the city guarded us with its swan wings. I have lived there for a long time, and its magic perseveres as do its treasures and its deep history.

Seville is joy, pure life! Freshness, clean water, beauty, love. The scent of jasmine during the day and that of the lady of the night after dusk.

Seville is a city in which there isn’t a magical place that doesn’t overwhelm me, even if I have seen it many times before. The city always creates deep feelings in me, even if it is a small corner, a fountain in an alley, a patio full of plants, a ceramic tile.

Seville is the city where her eyes crossed mine, where I feel at home, where time stands still.   

Traducido al inglés por Juan Camilo Echeverri